Los nuevos mandamientos del Gimnasio: Cómo ser un buen compañero de entrenamiento

Durante mucho tiempo, el gimnasio ha sido territorio exclusivo de gigantes musculosos que se empapaban de sudor, levantaban pesas y, sin duda, hacían notar su presencia. Los discos metálicos tintineaban mientras se escuchaban gruñidos de esfuerzo y un inconfundible aroma a adrenalina flotaba en el aire. Pero hoy en día, ese panorama ha cambiado por completo. El gimnasio ahora es un lugar diverso, accesible y, en muchos casos, un refugio de la rutina diaria.

El gimnasio actual no solo es un espacio para mejorar el físico; es también un punto de encuentro social, una válvula de escape del estrés o, simplemente, el lugar donde se pueden alcanzar esos objetivos de bienestar. Ya sea para fortalecer músculos, quemar calorías, hacer 10,000 pasos o simplemente conectar con otros, el gimnasio ofrece algo para todos. Sin embargo, para aprovechar al máximo tu tiempo en el gimnasio y asegurarte de que los demás también lo hagan, es esencial conocer las reglas de etiqueta que garantizan un ambiente agradable y eficiente para todos.

1. No acapares el equipo

Uno de los errores más comunes es ocupar una máquina o un espacio durante largos períodos, especialmente en horas pico. Si planeas usar un equipo por más de 10 minutos, aprende a compartir. Esto no solo promueve un ambiente de respeto, sino que también te ayuda a regular tu descanso, maximizando tus resultados.

2. Deja el equipo como lo encontraste

Devuelve las pesas a su lugar y limpia cualquier equipo que hayas usado, incluso si no has dejado un rastro de sudor. Mantener el gimnasio organizado no es solo una cuestión de cortesía, sino también de seguridad para quienes tienen movilidad reducida o discapacidades visuales.

3. No realices correcciones no solicitadas

Todos tienen su propio estilo y enfoque en el entrenamiento. Si bien es cierto que algunos expertos pueden tener más experiencia, no es apropiado corregir a alguien que no te ha pedido ayuda. El gimnasio debe ser un lugar en el que cada uno se concentre en su propio progreso sin sentirse intimidado o molestado por las opiniones ajenas.

4. Grábate solo a ti mismo

Es genial que quieras grabar tus progresos, pero siempre recuerda que el espacio del gimnasio es compartido. Si decides grabar un video, asegúrate de que no interrumpa a otros. Mantén tu cámara enfocada en ti y respeta la distancia de seguridad de 1,5 metros con los demás.

5. Las llamadas telefónicas tienen su lugar

Contestar una llamada rápida o revisar el correo mientras caminas en la cinta está bien, pero cuando la conversación se convierte en un monólogo largo, es mejor hacer una pausa en el entrenamiento y no interrumpir a los demás. Después de todo, las llamadas telefónicas no deberían arruinar tus ganancias ni las de los demás.

6. Primero entrena, luego socializa

Si bien es fantástico ir al gimnasio con amigos, recuerda que el objetivo principal es entrenar. Un grupo grande puede ocupar espacio y equipo, lo que afecta el rendimiento de todos. Mejor divide tu grupo en dos y realiza tu entrenamiento en bloques.

7. Entrenar no es un ritual de conquista

Aunque pueda ser tentador ligar durante el entrenamiento, recuerda que el gimnasio es un lugar para el fitness, no para la corteja. Es recomendable reservar la socialización para después de entrenar, cuando todos puedan relajarse y disfrutar de una charla sin interrumpir el enfoque en los ejercicios.

8. Vístete adecuadamente

Aunque puedes tener el mejor físico, en el gimnasio debes seguir ciertas normas de vestimenta. La camiseta es generalmente obligatoria, y las zapatillas deportivas son esenciales para la seguridad. Si tienes dudas sobre lo que es apropiado, pregúntale a un miembro del personal.

9. Elige tus lugares de desahogo

El gimnasio puede ser ruidoso, pero eso no significa que debas hacer ruidos innecesarios. Si bien está bien exhalar fuerte o emitir un sonido cuando levantas pesos pesados, asegúrate de que, al terminar cada serie, bajes las pesas con suavidad y no dejes que el gimnasio se convierta en un caos de ruidos y desorden.

10. No hables con nadie mientras está entrenando

Cuando alguien está en medio de una serie o circuito, es esencial no interrumpirlo. Al igual que un cirujano se concentra durante una operación, el entrenamiento exige atención. Si una persona lleva auriculares o parece estar concentrada, respeta su espacio y no la interrumpas a menos que se te invite a hacerlo.

Conclusión

El gimnasio puede ser un lugar de crecimiento físico y social, pero solo si todos seguimos algunas normas básicas de respeto. Aplica estos mandamientos y ayuda a crear un ambiente donde cada repetición se haga con energía… y con educación.